Ante todo bienvenidos a este nuevo espacio virtual. Un espacio
creado por un servidor, y aprovecho para presentarme: Soy un joven
fisioterapeuta, 30 años, que a pesar de tener ya 8 años de
experiencia en el campo de la fisioterapia en trauma y ortopedia se
considera un recién salido del horno y luego os contaré el porqué.
Este blog responde a mi propia necesidad de desahogarme en algún
sitio y de alguna manera con cosas que rondan mi cabeza, buscando por
un lado la ayuda de otros profesionales que puedan hacerme crecer
como fisioterapeuta y por otro mostrar un haz de luz a aquellos que
puedan encontrarse como yo en su día, perdidos en este mundo
fisioterapeutico tan increíble como por desgracia contaminado.
Mi primera entrada la quiero dedicar a contar cómo un joven que
elige esta profesión por una lesión que le obligó a estar dos
meses acudiendo al servicio de rehabilitación del Hospital San Pau
de Barcelona, pasa a convertirse en un fanático por mejorar como
fisioterapeuta, acaba residiendo y trabajando a 650 Km de su ciudad,
entra en crisis fisioterapeutica e identidad profesional hasta el
límite de casi mandar a paseo la profesión, y un par de años más
tarde se ve a otros 250 Km de su ciudad natal pero ahora en sentido
contrario, recién inaugurada su propia clínica de fisioterapia y
como un niño con zapatos nuevos con una serie de formaciones que han
abierto de nuevo ese espíritu por mejorar y ser un profesional que
cree en lo que hace y porqué lo hace.
Todo empieza en el 2003 cuando al terminar mis estudios se me
plantea mi primer gran reto y supongo que el de todos al terminar la
carrera: ¿Y ahora qué? Estás aquí solito, con sensación de no
saber nada y con más dudas que cuando la empezaste. Solución:
Formación. Y claro, aquí descubres que en esto de la fisioterapia
hay paras dar y regalar, desde las magufadas y vende humos más
grandes de la historia a las cosas más razonadas, evidenciadas y, a
mi humilde entender, bien pensadas del mundillo.
Esta claro que para aquel entonces estas últimas las desconocías
y de hecho prácticamente no habían llegado a España pero empiezas
con un posgrado en terapia manual de dos años en la Universidad
Ramón Llull de Barcelona recomendado por el antiguo director de tu
universidad con el que hablabas bastante junto con
dos o tres compañeros más.
Posgrado interesante en el que empiezas a darte cuenta de que el
hecho de tener dolor en un hombro + RMN compatible con tendinopatia
del supraespinoso = omalgia por tendinopatia del supraespinoso y tto
con US, TENS, movilizaciones a diestro y siniestro y teraband como un
campeón para rotadores y depresores + hielo al final si duele NO ES
LO SUYO. Algo fallaba y en ese posgrado empezaste a ver que hay
muchas cosas que hay que valorar en un, por ejemplo, hombro doloroso
como la influencia de la posición escapular, el control muscular
durante los movimientos activos, el equilibrio entre todos los
músculos peri escapulares, etc etc etc... buff!!! y a mi que me
habían dicho que como hay una tendinopatia porque al palpar encima
de la zona de inserción duele y además hay una RMN que lo demuestra
ya está todo el pescado vendido...PUES NO!! y menos mal, porque sinó
vaya frustración seria llevar tantos años moviendo hombros y
aplicando US sin ver resultados convincentes de mejora más que los
achacables al tiempo que pasa después de llevar 2 meses viniendo
cada día a rehabilitación.
Durante este tiempo sumas horas de vuelo en varios trabajos,
algunos de ellos más interesantes y motivadores que otros, en sitios
tan dispares como hospitales, residencias, campamentos deportivos, y
hasta alguna clínica especializada en el campo del arte.
Pero decides marcharte al norte, después de encontrar un
trabajito en una pequeña clínica en la que darías con eso que
dicen "quien encuentra un amigo encuentra un tesoro". I
allí aparece Josu, tu compañero de fatigas fisioterapeuticas por lo
menos en tus inicios y al que le debes el haber conocido a gente y
formación de calidad.
De su mano descubres que en Valencia hay un grupo de gente que
lleva un tiempo ya cabreada por ver que aquí no llega lo que se
impone en el resto del mundo: el razonamiento clínico, pero el
razonamiento clínico con base científica y bajo unos criterios
serios de evidencia, sin magufadas ni pajas mentales.
Allí conoces a gente como Claudio, Edu, Vicen, etc... y empiezas
con los cursos McConnell en 2007, y entre café y pausa te hablan de
su manera de entender la fisioterapia y ves que es como la tuya, que
no estás loco y que hay gente que sabe un montón y que comparte tus
ideas y sobretodo las exponen con una claridad brutal. Te hablan de
algo sobre una concepto llamado Maitland y también de un tal
Mulligan. Muchos de los allí presentes han empezado esa formación y
cuentan maravillas, te dicen que es lo que hemos estado buscando
todos los que más o menos tenemos esa forma de pensar sobre cómo
debe ser y hacerse la fisioterapia.
Y cuando encuentras el camino apropiado, aquel que buscabas desde
ese 2003, entras en esa fase crítica en tu vida. Empiezas a currar
12 y 13 horas diarias, no tienes tiempo ni de pensar lo que estas
haciendo, entras en una especie de enajenación mental transitoria
olvidando aquello que habías aprendido porque no te dan tiempo para
nada y los pacientes pasan por tus manos en un abrir y cerrar de ojos
mientras se te acumulan por todos los sitios. Y acabas exhausto cada
día, cada semana, y pasan los meses y no cambia nada. Te hartas de
todo, el trabajo se convierte en una cárcel y tu profesión te
aburre. Es algo que le puede pasar a cualquiera que se ve desbordado
si además le sumas factores colaterales en tu vida.
Por suerte y como de todo se sale apareció la oportunidad de
marcharme a Mallorca, lugar idóneo para poder reencontrarme con mi
tranquilidad y pensar cómo podía re inventarme como fisioterapeuta.
Después de un merecido periodo de reflexión interna de un par de
meses traté de averiguar cómo estaba aquí el tema laboral... Pues
mal, como en todos sitios. Pero aquí encontré un problema añadido
que hasta ahora no había visto con tal magnitud, en TODAS las
ofertas que vi se requería fisioterapeuta con estudios de
osteopatía. No vamos bien pensé, he hecho bastante formación,
terapia manual, ganchos, McConnell, algún monográfico de hombro, en
ese periodo de enajenación incluso flirteé con la acupuntura (eso
sí, sólo tratamientos para paliar el dolor agudo musculo
esquelético), algo de pediatría, ...Pero aquí la osteopatía manda
sobre todas las cosas así que tenia dos opciones: ponerme a estudiar
osteopatía o buscar otra salida.
La decisión fue muy sencilla a pesar del acojone que supone: Si
nadie me quiere contratar ME MONTO YO MI CLÍNICA. Pues sí, con un
par me decidí.
Por otro lado durante el periodo de reflexión pensé en hacer
aquello de lo que todos me habían hablado desde que me puse con Josu
a hacer McConnell. Me apunté a Maitland, y ya estamos en el nivel
2A. También tuve tiempo de hacer Mulligan. Josu, que ya contaba con
los dos primero niveles de Maitland me confirmó que era lo mejor que
podía hacer y la verdad que así fue. Es algo que estoy seguro
recomendaré a todos los fisioterapeutas que conozca de ahora en
adelante.
Y así llegamos a día de hoy. Después de mucho luchar y darme de
cabezazos contra la pared encontré el local que hoy es mi clínica,
dónde trabajo yo con estas manitas totalmente a mi bola y bajo los
parámetros que me han enseñado profesores como Alfio o Renate.
Desde aquí mis más sinceros agradecimientos por haberme enseñado
el camino y más aún a aquellos que me pusieron en la senda de esta
fisioterapia, Josu, Claudio, Edu, y todos los que desde entonces y
hasta hoy lo siguen peleando por disfrutar de una fisioterapia basada
en la evidencia pero de la de verdad.